sábado, 29 de marzo de 2008

Retenciones, paros e inconstitucionalidad….


Antes de poner a exponer mis opiniones al respecto de este tema que
ha estado en todos los medios en los últimos días, es preciso aclarar
ciertas consideraciones particulares.

En primer lugar todas las expresiones aquí expuestas son de
carácter totalmente subjetivo, debido a que, dadas las
circunstancias y mi historia personal estoy altamente
vinculado, emocionalmente, con los sucesos ocurridos.

Por otro lado mi apoyo al reclamo de los productores agropecuarios,
sin embargo, no dejan de ir en contra de mis opiniones
respecto a la obstrucción a la libre circulación en el territorio nacional;
visto que los canales “obvios y racionales” de resoluciones de los
problemas están coartados, muchas veces por soberbia o
autoritarismo de alguna o ambas partes, parece así que la única forma
de hacer notar las diferencias es vía el entorpecimiento de las tareas
cotidianas de todos los ciudadanos.

Quiero hacer notar aquí una exposición sobre los márgenes del sector
ni si esta bien o mal la imposicion al comercio exterior,
implemente quiero hacer un breve repaso sobre los distintos
aspectos de las medidas desde el punto de vista económico,
social e institucional.

Desde la perspectiva económica es importante notar la función
que cumplen dichas retenciones desde la perspectiva del gobierno,
hasta cierto nivel, este tipo de imposicion puede tener
un objetivo estabilizador,es decir, tratar de que los precios
internacionales de los commodities no incidan sobre los precios
domésticos además de evitar que un determinado sector de la
sociedad “se adueñe” de una “renta Extraordinaria” producto de
mantener un alto tipo de cambio y los excepcionalmente
altos precios internacionales. Además, si lo observamos desde el
punto de vista social este tipo de tributos suelen tener el efecto,
principalmente sobre los bienes transables internacionalmente, de
que su precio repercute directamente sobre los precios internos;
en el caso particular de los productos agropecuarios estos incidirían
sobre los precios de los alimentos; de esta manera se evitaría un alza
desmedida de los bienes básicos.

Desde un análisis redistributivo las retenciones cumplen la
función, si son correctamente utilizadas, de proveer una gran masa
de dinero para mejorar la distribución del ingreso.Es importante
también aclarar que estos recursos por expresa mención de la
constitución son de carácter nacional y no son coparticipables;
estos recurso pueden ser utilizados por el estado para realizar
determinadas inversiones claves sobre todo en capital social básico.

Institucionalmente hablando es importante recalcar que la forma en
que se han aplicado es anticonstitucional,ya que, ya que nuestra
carta magna expresamente nos dice que la inposicion al
comercio exterior(exportaciones e importaciones) es potestad del
congreso y no como ocurrió en este caso por decisión propia
del poder ejecutivo.Otro punto importante es la sumisión o tibieza
demostrada por los gobernadores y legisladores de las provincias
mayormente afectadas, solo después de intensas presiones por
parte de los productores algunos tuvieron gestos de promover
el dialogo olvidándose de que dichos productores fueron parte de
quienes los eligieron.

No quiero dejar de mencionar un punto que podría tener cierta
importancia si creemos en la independencia de poderes, es la
década del 60 hubo un fallo de la Suprema Corte de Justicia la
cual establecía que todo alícuota superior al 33 % podía
considerarse confiscatoria, con lo cual sentó jurisprudencia y
podría ser tenido en cuenta en estos momentos.

NO quiero dejar pasar la oportunidad para destaca ciertos puntos
importantes, uno de ellos es el hecho de los productores no tiene
todos las mismas características,y que , estas medidas tendientes
a limitar la “ganancias excesivas” , lo único que fomentan es la
concentración en grandes productores que vía economías
de escalas ciertamente tienen una rentabilidad superior, mientras
que, a los pequeños productores no los incentiva a continuar
con la tarea productiva arrendando sus propiedades.Aquí hay que
destacar que los pequeños productores a pesar de su “menor
eficiencia” cumplen con funciones socio-económicas; ejemplo de
ello es que sus ganancias son reinvertidas en el mismo campo o
dinamizan las pequeñas economías de los pueblos del interior,
mientras que, los grandes “pool de siembra” tienen acceso por
su capacidad económica, a reinvertir sus ganancias fuera de la
actividad o hasta incluso de llevarlas al exterior.

Hay que destacar también, que las retenciones son un muy buen
recurso para realizar política económica, mas allá de la
redistribución del ingreso, existe una función muy importante a la
cual ningún productor se opondría y es a la inversión en capital
social, es decir, obras publicas que generan grandes externalidades
a la sociedad tales como el mejoramiento de caminos,rutas,
medios de transporte,energía,etc.A modo de ejemplo creo
personalmente que seria mucho mas “productivo” socialmente
hablando para el país en ves de la construcción de un tren bala, la
construcción de uno de carga para que los productos lleguen a un
menor costo además de descongestionar las rutas de los camiones
de carga, con sus posibles beneficios tanto a nivel de mantenimiento
vial como a la seguridad en las rutas, gran problema de nuestro país.

Otra cuestión de interés es que a esta protesta la apoyan los
sectores no solamente agrarios, los productores de carne, leche, etc.
También lo apoyan lo que indica una clara falta de políticas hacia
el sector, produciéndose en los últimos años una gran liquidación
e existencias lo que a futuro puede generar un grave problema de
producción debido a que esta clase de ciclos productivos son muy
largos y sus efectos se observan luego de varios años.

A modo de conclusión quisiera decir que es importante en un país
democrático la continuidad del dialogo, el respeto por las leyes en
especial la carta magna y sobre too crear políticas claras con
miras al largo plazo, generar un modelo de crecimiento sustentable
donde no sea delito ganar dinero, y que las mismas se distribuyan
en forma coherente y no de manera centralizada. A nivel institucional
creo que el actual sistema de retenciones tiene como perjuicio
principal la decadencia del sistema federal; un solo gobierno no
puede disponer discrecionalmente que se haga con los fondos de todos.

Los efectos económicos y sociales de esta clase de medidas se
observan a largo plazo, es importante no tener una miopía
cortoplacista y empezar a pensar como conjunto en el futuro.

El desarrollo de un país no se hace cortando rutas, tampoco
con medidas autoritarias y cuasi confiscatorias, se crea con el dialogo
y políticas a largo plazo.

lunes, 17 de marzo de 2008

Entrevista con Roque Cordoba

Entrevista con Roque Córdoba / Médico cardiocirujano

"Es urgente invertir en educación"

El jefe de cirugía cardíaca y trasplantes del Sanatorio Allende advirtió que la
única forma de nivelar los estratos sociales es priorizar la educación pública.
Admitió que el gobierno kirchnerista puede mostrar méritos económicos,
pero no tiene muchas expectativas a futuro. No ve bien a Córdoba: “Si no
fuera por la soja, no sé qué haríamos”.

Fernando Micca
De nuestra Redacción
fmicca@lavozdelinterior.com.ar

A juicio del cardiocirujano Roque Córdoba, no hay dudas de las principales
carencias de la Argentina de hoy: faltan una mejor educación pública y una
recuperación de los valores que hicieron de ésta, una sociedad progresista
décadas atrás. Entiende que la escuela pública es un igualador social efectivo
y que valores como “la verdad, la moral y el esfuerzo” deben volver a ser
una guía para la sociedad.

El destacado cardiocirujano vive en Córdoba pero viaja y trabaja por el mundo.
Días atrás atendió a La Voz del Interior desde Estados Unidos, donde
permanecerá varios meses más. Se declara un “optimista crónico”, aunque
muestra sus reparos: tiene pocas expectativas en el Gobierno de Cristina
Kirchner y dice que la mejoría se retrasará mientras “la casta política”
mantenga sus privilegios.

–Usted está en Estados Unidos y viaja seguido. ¿Cómo la ven a
la Argentina en el exterior?


–Yo me manejo más bien en un ambiente de médicos especialistas y en una
universidad. En general, la gente que yo conozco no confía mucho en la
Argentina. Ellos no conocen mucho el país. De todos modos, saben que si bien
Argentina pertenece a Latinoamérica, tiene algunas diferencias con otros
países de la región.

–¿En los círculos en los que usted se maneja, observa que el país
despierta más confianza que antes, o no?


–Le dan importancia a la situación económica; y como ven que está mejor,
creen que el país es más confiable, aunque muchas veces así no lo sea. Yo no
sabría decir si el país es más confiable que hace 20 años. Probablemente sea
más confiable que hace 10 años, eso sí.

–¿En qué aspectos cree que el país avanzó y en cuáles retrocedió
con la administración de Néstor Kirchner?


–Hay una mejora económica que debe estar de alguna forma ligada con el
Gobierno. Ahora, no podría asegurar si los niveles de corrupción han disminuido
o no. Lo que sí puedo decir es que no ha habido una recuperación de valores. La
sociedad no ha recuperado esos valores fundamentales que toda sociedad debe
tener como la verdad, el honor, el esfuerzo. La gran mayoría cree que el esfuerzo
es una penitencia. En realidad es una virtud.

–¿Cómo es hoy la relación entre los gobernantes y la gente?

–En el país hay una ausencia de liderazgo. Yo escuché una definición de liderazgo
como una suma proporcional de conocimiento, esfuerzo, dedicación y sentido
común. Si uno analiza esos cuatro pilares en nuestros líderes, se queda con grandes
dudas. La gran mayoría deja mucho que desear.

–Hay otros temas además del liderazgo...

–El problema también está muy ligado a la educación en general. Los países que
tratan de nivelar los diferentes estratos sociales le dan una enorme importancia a
la educación pública, porque es lo único que garantiza equilibrio social. Si usted
tiene una educación privada cada vez mejor y una pública cada vez peor, lo único
que está haciendo es garantizar que se hipoteque el futuro. Si no comprendemos
que la educación pública es vital, va a ser muy difícil cambiar las cosas. Es urgente
invertir en la educación pública.

–¿Por qué cree que si el país tuvo una educación pública bastante
buena, no recupera esa conciencia y se da una política de Estado en
esa materia?


–No creo que haya una sola causa, creo que son muchas, como la ausencia de
líderes, la pérdida de valores en la propia sociedad. Fíjese que en la época en
que se fundó este país, había dirigentes que peleaban por una comunidad mejor.

–¿Cuánto de todo este retroceso se explica por la dictadura de los
años ‘70 y cuánto es responsabilidad posterior?


–Un gran amigo mío, francés y prominente cardiólogo, que tiene tendencia
izquierdista, decía que la mayoría de los individuos pensantes de la Argentina
desaparecieron porque están muertos o desaparecidos. Fue una generación de
entre 18 y 25 años. Hay un libro llamado La involución de Argentina, del
estadounidense Shumway, que analiza los problemas que le fueron pasando al
país desde su creación. Es muy interesante y dice que el deterioro de Argentina
se inicia antes de la mitad del siglo pasado. Fíjese cómo están hoy los partidos
tradicionales. Pero Argentina tiene que salir, yo soy un optimista crónico. Las
cosas van a ir mejorando, en algún momento la sociedad va a recuperar sus
valores y van a surgir nuevos líderes. Los progresos se hacen en base a
hombres que crean utopías.

–¿Cree que los partidos tradicionales se van a recuperar o van a
surgir nuevas fuerzas?


–Mientras las luchas que se hagan sean para proteger a las castas políticas, la
cosa va a ser difícil. Cuando empiece a haber leyes que rompan ese cascarón
de protección de los políticos, es probable que surjan nuevas ideas, nuevas cosas.

–¿Qué expectativas le genera el gobierno de Cristina Kirchner?

–Creo que éste es un Gobierno surgido como si fuera de la interna de un solo
partido. Es un Gobierno impuesto. Ojalá que me equivoque, pero no tengo
muchas expectativas.

–No puedo dejar de preguntarle sobre la salud pública en la
Argentina.


–Esta mal, a pesar de que tiene un presupuesto alto para el sector.
Argentina podría tener una salud pública parecida a la de Canadá, pero
está lejísimo de ello. El dinero que está presupuestado para salud no se
gasta mayoritariamente en salud. Se gasta en el famoso gerenciamiento,
se gasta espantosamente mal en medicamentos.


"La sociedad no ha recuperado valores como la verdad, el honor, el
esfuerzo", lamentó Córdoba.